Leyendo entre mantas y café

martes, 27 de marzo de 2012

La nieta del señor Linh

Autor: Philippe Claudel
Título original: La petite fille de Monsieur Linh 2005
Traducción: José Antonio Soriano Marco
Editorial: Salamandra
Páginas: 126


Un anciano desembarca en un país extraño, huyendo de una guerra que ha destruido su tierra, dejando atrás todo lo que le era familiar. Perdiendo así su familia, su historia.
En este nuevo entorno, moderno y occidental, el anciano convive con la soledad a pesar de no encontrarse solo: lleva consigo a su pequeña nieta, Sang Diú.

Llevo casi dos meses sin dejar aquí mis reflexiones, lo que no quiere decir que no haya reflexionado, ni mucho menos que haya abandonado a mis libros a la par que el blog. Necesitaba un kitkat, y también una bocanada de aire fresco en mi lista de lectura, que estaba algo estancada...


En medio de este descanso me llegó un regalo: un "librín de una tarde" llamado La nieta del señor Linh. Y tuvo que llegar la tarde adecuada para que, rondando por la estantería, me dijese a mi misma que ese era el día perfecto para esta novela.

"Nacer allí... Para él no tiene sentido. A continuación le pregunta a la chica cómo se llama.
- Sara -responde ella.
El señor Linh arruga el ceño. No conoce ese nombre.
-¿Y qué quiere decir? -murmura intrigado.
-Quiere decir Sara, tío. Sólo eso.
Él menea la cabeza, pensando que un país donde los nombres no significan nada es un país muy extraño."



Una historia sobre la vejez y su soledad. Sobre la incomprensión social y cultural. Pero más que nada, una historia sobre la amistad. Una amistad sin palabras pero llena de comunicación, que es capaz de sobreponerse a los obstáculos que supone pertenecer a dos mundos opuestos. Totalmente inesperada.




4 comentarios:

Tatty dijo...

Tengo ganas de leer este libro, tiene pinta de ser una historia muy bonita
besos

Dolores dijo...

Me ha gustado el argumento, lo apunto. Un beso

Dolores dijo...

Creo que tiene pinta de gustarme. Un beso.

Marian dijo...

Este libro es para mi una pequeña joyita. Genial la forma de narrar de su autor.
Besos